Primera pregunta: Y si me quedo embarazada, ¿mi antecedente de cáncer de mama pondría al bebé en riesgo?
No. No existen pruebas de que haber tenido cáncer de mama tenga algún efecto directo en el bebé. No se ha observado que haya un aumento en la tasa de problemas congénitos ni problemas de salud a largo plazo en los niños que nacen de madres que padecieron cáncer de mama.
Segunda pregunta: ¿Y si quiero ser madre, pero aún tengo que recibir tratamiento? ¿Podría el tratamiento del cáncer de mama afectar al bebé?
Lo ideal es que, si la paciente aún va a recibir algún tipo de tratamiento para el cáncer de mama, incluyendo quimioterapia, terapia hormonal o terapia dirigida, consulte con su médico antes de intentar quedarse embarazada. Pensemos que estos medicamentos podrían afectar al feto, por lo que es más seguro esperar a que finalice todo el tratamiento para el cáncer, y luego quedarse embarazada. De lo contrario, si se parase el tratamiento antes de tiempo, puede aumentar el riesgo de que el cáncer crezca o vuelva a aparecer.
¿podré amamantar a mi bebé después del tratamiento de cáncer de mama?
Sí, muchas mujeres pueden amamantar a sus bebés. Pero claro, esto no quita para que puedan surgir algunas complicaciones. Te explicamos:
En algunos casos es posible que haya dificultades para poder amamantar con el pecho que ha sido afectado por el cáncer. Por ejemplo, si la paciente se sometió a cirugía de ese seno, a radiación, o a ambas. Pensemos que en algunos casos se ha extirpado parte del tejido mamario, por lo que los estudios han reportado una menor producción de leche en la mama afectada, lógicamente. También, los cambios estructurales que se han producido en ese pecho podrían causar, en algunos casos, un poco de dolor cuando succiona el bebé, o podría haber dificultades para que el bebé pueda prenderse del seno de la madre.
En caso de que la paciente todavía esté tomando algún medicamento para tratar su cáncer de mama (como puede ser la terapia hormonal), es muy importante que consulte con su médico antes de dar de mamar a su bebé. Algunos medicamentos pueden llegar hasta la leche materna y podrían afectar al bebé.
¿Y si ya estuviera embarazada y me diagnostican cáncer de mama?:
Pues la verdad es que sería una situación difícil donde la mujer quizás tendrá que tomar decisiones difíciles. En muchas ocasiones necesitará de la ayuda de un psicólogo para darle el apoyo emocional que podría necesitar, sobre todo, cuando las pautas médicas no coincidan con sus deseos. Es decir, el problema fundamental puede venir cuando las opciones que hay de tratamiento producen un conflicto entre el bienestar del bebé y el mejor tratamiento que se recomendaría para la madre. Por ejemplo, si se le detecta a una mujer un cáncer de mama al comienzo del embarazo y necesita quimioterapia de inmediato, es posible que le pidan que considere terminar el embarazo. Por eso, considero fundamental el apoyo psicológico en esta etapa.
Si bien desde hace algún tiempo ya no se recomienda rutinariamente terminar el embarazo cuando se detecta cáncer de mama, puesto que hay estudios que afirman que terminar un embarazo para recibir tratamiento contra el cáncer no mejoró el pronóstico de la mamá, en el caso de cánceres agresivos que podrían requerir tratamiento inmediato, como el cáncer de mama inflamatorio, esta posibilidad de interrumpir el embarazo puede ser una opción a tener en cuenta, dependiendo del criterio médico.
Por lo general, las recomendaciones para el tratamiento por parte del médico dependerán de:
- El tamaño y la localización del tumor
- El pronóstico de la enfermedad
- El momento del embarazo en el que se encuentre la paciente
- Si hay metástasis en alguna localización
- El estado de salud en general de la paciente
- Su decisión personal
Dependiendo de la terapia que se decida pautar, la seguridad para la mamá y el bebé puede ser diferente: Por ejemplo, normalmente, la cirugía para el cáncer de mama es segura para ambos mientras se está embarazada. También lo es para el bebé la quimioterapia, siempre y cuando se administre en el segundo o el tercer trimestre de embarazo; sin embargo, no es seguro administrarla durante el primer trimestre. Otros tratamientos del cáncer de mama tienen más probabilidades de afectar al bebé y por eso, generalmente no se administran durante el embarazo, como pueden ser la terapia hormonal, las terapias dirigidas y la radioterapia.