Entre las diferentes afecciones que pueden afectar a nuestra piel, hay dos, de las cuales vamos a hablar hoy: piel seca y eczema atópico.
La capa lipídica de la barrera cutánea se encuentra debilitada en el caso de la piel seca, debido a factores externos, como son la contaminación, el uso de productos agresivos para la piel, el tipo de clima, la polución, el tabaco, etc. que desencadenan una visible sequedad, descamación y la aparición de grietas en la piel.
El eczema atópico es una afección muy diferente. Aunque los adultos también pueden padecerla, es una afección alérgica que afecta principalmente a bebés y niños menores de cinco años. En el caso del eczema, la piel está seca por la propia fisiología de la persona, e incluso aunque no se exponga a productos agresivos o factores externos. Además, en muchas ocasiones se manifiesta junto con otras afecciones atópicas, como el asma y la rinitis alérgica.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias fundamentales entre la piel seca y el eczema atópico?
Son dos fundamentales: En el caso de la piel seca, se pueden experimentar sensaciones como picor, ardor o leve picazón, mientras que esta picazón o prurito, es mucho más intensa en las pieles con tendencia atópica.
La otra diferencia es el lugar donde se manifiestan las irritaciones: la piel seca puede originarse en cualquier parte del rostro y del cuerpo, mientras que el eczema atópico, generalmente se manifiesta en el rostro y el cuero cabelludo de los bebés, en los pliegues de la piel, en los codos y detrás de las rodillas de los niños.
¿Y cómo sé si tengo la piel seca?
Para saber si tienes la piel seca, tendrías que preguntarte si sientes tu piel áspera al tacto, si sientes a menudo tirantez, y si alguna vez has tenido grietas o descamación en alguna parte de tu cuerpo. En caso de que la sientas así, probablemente tengas la piel seca. Si, además de todas estas señales, sientes un picor intenso, es más probable que tengas un eczema atópico.
¿Y cómo lucho contra la piel seca? ¿Y si tengo descamación?
El tratamiento para la piel seca, tanto del rostro como del cuerpo, consistirá en utilizar un producto adecuado para la limpieza del rostro, y otro para nutrir y reparar tu piel después de la ducha. Como la piel no está todos los días igual, recuerda que tu Farmacéutico puede examinar tu piel para recomendarte lo más adecuado para ti en cada ocasión.